Síntomas de alergia primaveral y antihistamínicos

Con la llegada oficial de la primera también aumenta las temperaturas, las horas de sol y desafortunadamente los efectos de las alergias primaverales. Estornudos, picores de nariz y ojos, tos, goteo nasal,… se convierten en compañero habitual de más del 20% de la población, siendo esta rinitis alérgica más frecuente en mujeres y núcleos urbanos.

Se estima que la próxima década haya en España más de 30 millones de alérgicos. La farmacia se posiciona como el establecimiento sanitario primario al que acudir parar tratar tus síntomas de manera eficaz. Como hacemos desde Farmacia Berdaguer y nuestro amplio catálogo de productos para procesos alérgicos típicos de la primavera.

Antihistamínicos: significado y tipos de generaciones

Los procesos alérgicos se definen como una reacción desmesurada del sistema inmune frente a un agente externo (alérgeno). La prevalencia de esta enfermedad crónica, hace que cada año sean más los afectados, se altere su calidad de vida y tengan que recurrir al consumo de antihistamínicos.

Para limitar la respuesta de estos procesos, se emplean medicamentos inhibidores de los receptores H1 de histamina, conocidos como antihistamínicos. Impiden que la histamina se una a sus receptores, evitando sus efectos siendo capaces de limitar estornudos, picores, rinorrea… Para evitar estos efectos, los antihistamínicos contra la alergia han evolucionado mucho a lo largo de los años, modificando sus estructuras.

Antihistamínicos de primera generación: son fármacos que penetran bien en el Sistema Nervioso Central, son poco selectivos en sus acciones por lo que generan sedación, somnolencia, aumento del apetito y efectos anticolinérgicos. En ocasiones han empleado con fines terapéuticos, como sus acciones sedantes, inhibición del vomito y el marea, o la acción de secas las mucosa para alivia el goteo nasal.

Antihistamínicos de segunda generación: como consecuencias de los efectos secundarios de los primeros antihistamínicos, se desarrolló la segunda generación. Apenas atraviesa la barrera hematoencefálica por lo que los efectos sedantes son menores y se usan en la prevención y alivio de estornudos, prurito y rinorrea en pacientes con rinoconjuntivitis alérgica.

Antihistamínicos de tercera generación: derivados de los antihistamínicos de segunda generación, surgen los de la tercera. Su objetivo es ser aún más selectivos y mejorar el alivio de los síntomas y evitar la somnolencia.