Buenas y malas prácticas de los productos cosméticos

Los productos cosméticos son de los artículos más demandados y utilizados a diario por millones de personas. Antes de su puesta en el mercado de cualquier artículo de maquillaje, éste es sometido a una evaluación de seguridad, modo de aplicación, información del etiquetado y a qué sector de la población es dirigido.

Aunque a veces no hacemos mucho caso de ese tipo de control, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) a través del Sistema Español de Cosmetovigilancia recepciona, registra, evalúa y hace un seguimiento de todos los casos que le son comunicados. Por eso contamos con un manual perfecto de buenas y malas practicas relacionadas con el uso de productos cosméticos que Farmacia Berdaguer te resume:

Malas prácticas de los productos cosméticos

- Diluir el producto: se suele hacer para aumentar el volumen, la fluidez y rehidratarlos. Sin embargo, lo contamina microbiológicamente y afecta negativamente al conservante
- Mezclar productos distintos: el resultado de ambos no puede asegurarse, dado que sus ingredientes pueden reaccionar generando otros no identificados.
- Trasvasar a otro recipiente: se corre el riesgo de perder las garantías del fabricante y con la manipulación aumenta el riesgo de contaminación microbiológica.
- Rellenar dispensadores comunitarios: tiene los mismos riesgos que trasvasar de un recipiente a otro ya que los envases deben ser eliminados. Su reutilización no garantiza un uso seguro, pudiendo poner en riesgo la salud de consumidores.
- Conservación del producto: la exposición a temperaturas extremas o no cerrarlo, puede afectar tanto a la estabilidad como a la seguridad del producto.
- Compartir productos cosméticos: (lápices de ojos o barras de labios) puede ser el origen de la trasmisión de enfermedades como conjuntivitis o herpes.
- Utilizarlo con las manos sucias: incrementa el riesgo de contaminación microbiana del producto.

Buen uso de los productos cosméticos

- Leer el etiquetado.
- No usar el producto para un fin diferente al previsto por el fabricante.
- Respetar las fechas de duración mínima o plazo después de la apertura.
- Conversar los cosméticos adecuadamente: recipientes limpios y bien cerrados.
- Lavarse las manos antes de usar los productos cosméticos.
- No compartir productos que estén en contacto con fluidos orgánicos o mucosas.
- No mezclar productos distintos ni agregarles sustancias adicionales.
- Evitar el trasvase de productos.
- Desechar los dispensadores comunitarios no reutilizables tras consumir el contenido.
- Eliminar los productos que tengan alteraciones en su color, olor o consistencia.